María Wenceslada Villalba presentó ante el Tribunal Oral en lo Criminal 21 un testimonio que quedó varias veces interrumpido por el llanto.
Una testigo narró hoy (lunes 27) el momento en que encontró a Mariano Ferreyra herido de muerte y apoyado contra una pared, en una esquina del barrio porteño de Barracas, tras ser baleado en el abdomen el 20 de octubre de 2010.
María Wenceslada Villalba caminaba junto a Elsa Rodriguez mientras se desconcentraban de la marcha en la que el Partido Obrero había apoyado a los empleados tercerizados del Roca.
Fue entonces cuando Rodríguez recibió un tiro en la cabeza.
Al correr para buscar ayuda a su amiga, Villalba dio con Ferreyra también baleado.
\”El no hablaba, tenía los ojos abiertos, grandes, pero él no tenía fuerza\”, contó ante el Tribunal Oral en lo Criminal 21, en un testimonio que fue interrumpido a raíz del llanto inconsolable de la testigo.
\”Lo revisé, le subí la remera y le encontré un hueco como el de Elsa\”, dijo.
\”Lo acostamos y yo le decía que ya habíamos pedido ayuda y venía la ambulancia. Le mentí, porque realmente no sabía\”, agregó.