El exejecutivo franco-líbano-brasileño, de 68 años, vive en Beirut tras una fuga cinematográfica de Japón a finales de 2019.
La justicia francesa emitió una orden de detención internacional contra Carlos Ghosn, ex presidente ejecutivo de Renault-Nissan en el marco de un investigación por abuso de bienes sociales, lavado de dinero y corrupción.
El exejecutivo franco-líbano-brasileño, de 68 años, vive en Beirut tras protagonizar una fuga cinematográfica de Japón a finales de 2019, de donde huyó ya reclamado por la Justicia gala escondido en una valija.
Esta orden de arresto internacional, emitida el jueves, es un mensaje para las autoridades libanesas que nunca otorgan la extradición de sus ciudadanos y que incluso prohibieron a Ghosn que abandone el territorio.
Si la orden es ejecutada, Ghosn será presentado directamente ante un juez de instrucción en Nanterre, en las cercanías de París, quien lo notificará sobre la investigación en su contra, lo cual hasta ahora no ha sido posible.
La justicia francesa indaga sobre pagos de casi 16,3 millones de dólares considerados sospechosos entre la alianza Renault-Nissan y el distribuidor de la automotriz en Omán, Suhail Bahwan Automobiles (SBA), indicó a la agencia AFP la fiscalía de Nanterre.
El juez emitió otras cuatro órdenes de arresto internacionales, que además de apuntar a Ghosn se dirigen al fundador de SBA, a sus dos hijos y al actual director general de la empresa, todos acusados de lavado, indicaron dos fuentes cercanas al caso.
Además, Ghosn es acusado de obtener un beneficio personal de una convención de patrocinio entre Renault y el Palacio de Versalles, donde organizaba fiestas privadas, algo que él niega.
“Esta orden es muy sorprendente porque el juez de instrucción y el fiscal de Nanterre saben perfectamente que Carlos Ghosn, quien siempre cooperó con la justicia, tiene una prohibición judicial de abandonar el territorio libanés”, afirmó Jean Tamalet, uno de los abogados del empresario, que trabaja para la firma King and Spalding.
Ghosn justificó su fuga de Japón afirmando que quería “escapar de la injusticia” y denunció un “complot” de las autoridades japonesas.
En una entrevista con el diario francés Le Parisien en febrero pasado, Ghosn afirmó que quiere volver a Francia.
“Por el momento no puedo volver”, declaró en relación a la orden de la Interpol. “Yo soy francés, fui educado en Francia, tengo un arraigo muy profundo. Francia sigue ahí, los gobiernos pasan. Estoy seguro de que un día podré volver”, afirmó .
También denunció la “mortal puñalada dle gobierno francés y del consejo de administración de Renault”, que es una de las partes civiles del caso.