El medio estatal “Global Times” sostiene que los países en desarrollo deberían coordinarse para apoyar el libre comercio mundial y la globalización económica.
Las imprudentes sanciones económicas contra Rusia son otra aventura geopolítica de EEUU por la que tendrá que pagar el mundo entero, advierte un editorial publicado en el periódico estatal chino “Global Times”.
Las actuales tasas de inflación mundial se deben de manera inequívoca al conflicto en Ucrania y las sanciones económicas antirrusas impuestas por los países occidentales, asegura el medio.
“Hay que reconocer que existen numerosos factores que han causado una inflación alta a nivel mundial, y uno de los principales es la pandemia del Covid-19”, admite no obstante el artículo.
Al mismo tiempo, agrega que no cabe duda de que la situación se ha visto exacerbada por la subida de los precios de los commodities energéticos y las materias primas, impulsadas por la crisis ucraniana y las “desacertadas sanciones económicas contra Rusia orquestadas por Estados Unidos”.
Si bien Washington acusa a otros países de la inflación, no es más que un intento fallido de echarles la culpa y ocultar sus propios errores en el manejo de la pandemia y los problemas derivados de las sanciones contra Moscú, agrega Global Times.
“Mientras las cadenas de suministros mundiales aún no se han recuperado del todo de la pandemia, la situación en Ucrania y las sanciones antirrusas están agravando las interrupciones. Estamos viendo una escasez de energía, materias primas y alimentos, y los países de todo el mundo están soportando el peso de las aventuras geopolíticas de EEUU”, explica.
Las sanciones occidentales también perjudican gravemente los intereses de los países en desarrollo que no están protegidos de la alta inflación en cuanto a la importación de alimentos y otros bienes esenciales, añade.
Así, muchos de ellos ya se han enfrentado a graves problemas económicos y la subida de precios provocada por las medidas contra Rusia empeora aún más la situación.
“En tales circunstancias solo cabe esperar que Occidente no culpe a los demás sino que centre sus esfuerzos en resolver el creciente número de problemas económicos que podrían dar lugar a graves repercusiones mundiales”, señala GT.
El periódico concluye que los países en desarrollo deberían coordinar sus fuerzas para apoyar conjuntamente el libre comercio mundial y la globalización económica.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una operación militar especial en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como estados soberanos, necesitaban ayuda frente al “genocidio” perpetrado por parte de Kiev.
Uno de los objetivos de esa operación, según Putin, era la “desmilitarización” y la “desnazificación” de Ucrania, país vecino con el que está enfrentado desde que, en 2014, ocupó la península de Crimea.
El ministerio de Defensa ruso aclaró que los ataques no están dirigidos contra instalaciones civiles sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica ucraniana.
Numerosos países, con excepciones como China, condenaron en términos enérgicos la invasión rusa y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales.
Decenas de empresas occidentales anunciaron desde finales de febrero la decisión de suspender sus negocios en y con Rusia.
Según la base de datos Castellum.ai, Rusia es ahora el país más castigado por las sanciones, por delante de Irán, Siria, Corea del Norte y Venezuela ya que desde mediados de febrero pasado, se activaron más de 6.901 nuevas medidas restrictivas contra el país eslavo, las que se sumaron a las más de 2.750 que ya estaban en vigor.