En paralelo, se recalienta la frontera con la OTAN y dos bombarderos rusos Tu-160 con misiles estratégicos patrullaron el espacio aéreo de Bielorrusia.
El ministerio ruso de Defensa registró un aumento de las actividades de reconocimiento llevadas a cabo por aviones de la OTAN cerca de las fronteras rusas en el mar Negro, lo que considera una “amenaza para la seguridad regional”.
“Sigue aumentando la intensidad de reconocimiento por la OTAN cerca de las fronteras rusas en el mar Negro”, informaron desde esa cartera en Moscú, precisando que “los sistemas de radiolocalización de las fuerzas de defensa aérea rusa detectaron y siguieron seis vuelos por aviones de reconocimiento de países miembros de la OTAN en el espacio aéreo de la zona en las últimas 24 horas”.
Se precisa que los vuelos los efectuaron cinco aviones estadounidenses -tres P-8A Poseidon, un RC-135 y un U-2S- y otro francés C-160G Gabriel, procedentes de bases instaladas en Rumanía, Chipre, Creta (Grecia) y Sicilia (Italia).
En paralelo, dos bombarderos rusos Tu-160 con misiles estratégicos patrullaron el espacio aéreo de Bielorrusia.
Rusia cree que el verdadero objetivo de la hiperactividad de las fuerzas de la OTAN es “estudiar el teatro de operaciones por si Kiev emprendiera una solución militar al conflicto en el sudeste de Ucrania”.
“El Ministerio de Defensa de Rusia califica esta agresiva actividad militar en el mar Negro de amenaza a la seguridad y estabilidad estratégica regional”, afirmó en un comunicado emitido este viernes.
Desde el 30 de octubre, el destructor USS Porter de la Armada estadounidense, con misiles de crucero de largo alcance Tomahawk a bordo, permanece en las aguas del mar Negro junto a buque de aprovisionamiento USS John Lenthall y el buque insignia USS Mount Whitney, que llegaron a la región el 3 y el 4 de noviembre, respectivamente.
En total, entre enero y noviembre de este año han sido doce los buques norteamericanos que han navegado por el mar Negro.
El pasado día 9, los jefes militares rusos denunciaron el acercamiento a 35 kilómetros de la frontera nacional del avión estadounidense de seguimiento E-8C.
Entre ese día y miércoles, en las inmediaciones de las fronteras rusas aparecieron tres aviones de EEUU y sus aliados: una aeronave de reconocimiento RC-135, que partió desde Creta y se aproximó a 30 kilómetros de la frontera de Rusia; un P-8A Poseidon que pasó a 70 kilómetros de distancia; y un C-160G francés que despegó desde Rumanía y se acercó a 30 kilómetros del límite fronterizo.
La propia OTAN no niega que su presencia en el mar Negro se debe a que “esta zona tiene una importancia estratégica” para la alianza, según lo reconoció el secretario general Jens Stoltenberg.