Los líderes mundiales expusieron en las conclusiones tres preocupaciones centrales: deuda y arquitectura financiera, recuperación económica y pandemia.
Los líderes mundiales que firmaron el documento final de la Cumbre del G-20 pusieron de manifiesto sus posiciones respecto al Fondo Monetario Internacional (FMI) y la carga de la deuda que países de ingresos medios como Argentina mantienen con el organismo multilateral.
Además, trabajaron sobre la recuperación económica tras la pandemia y la necesidad de robustecer la arquitectura financiera internacional mediante un Fondo Monetario Internacional (FMI) que brinde los recursos adecuados, otro reclamo argentino.
Sin duda, se trata de un triunfo de la política internacional desplegada por el presidente Alberto Fernández a través de su ministro de Economía, Martín Guzmán, aunque se verá si tiene alguna influencia en el Fondo y, en particular en el mayor accionista, Estados Unidos, notablemente enfrentado a la directora-gerente Kristalina Georgieva, principal apoyo de Argentina.
El encuentro de presidentes y jefes de Gobierno en Roma dejó como resultado de las negociaciones los encuentros bilaterales y las búsquedas de apoyo a un documento rubricado por veinte líderes que apunta a una revisión de los mecanismos financieros del FMI.
En el caso de Argentina, se incluyeron dos reclamos que el ejecutivo que encabeza Alberto Fernández viene haciendo sobre la política de sobrecargos y la creación de un Fondo de Resiliencia.
En cuanto al primero, le ahorraría al país casi 1.000 millones de dólares anuales y, según Fernández, es la llave para cerrar un acuerdo por el “stand by” por 44.000 millones de dólares que el organismo le otorgó a la Administración Macri en 2018.
Por otro lado se puso sobre la mesa la idea de llevar adelante un fondo que otorgue liquidez para financiar a largo plazo a países de ingresos medios y bajos.
Los tres ejes del texto final hacen referencia al FMI, a las deudas de los países y también a la idea de establecer una ayuda para los países de menores recursos que les permita un camino de crecimiento en la post pandemia.
El documento de la Cumbre de Roma:
“Los líderes del G20, refirmando el pedido de sus ministros de Finanzas del 13 de octubre, solicitaron al Fondo Monetario Internacional que revise su política de sobrecargos, en sintonía con el reclamo que viene haciendo la Argentina
“Además, reclamaron al organismo de crédito multilateral la creación de un nuevo Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad para proporcionar financiación asequible a largo plazo a los países de ingreso medios y bajos
“Estamos trabajando en opciones para que los miembros con fuertes posiciones externas amplíen significativamente su impacto a través de la canalización voluntaria de parte de los DEG asignados para ayudar a los países vulnerables, de acuerdo con las leyes y regulaciones nacionales”.
* DEUDAS SOBERANAS
“Acogemos con satisfacción los progresos realizados en el marco de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI por sus siglas en inglés) del G20, que también ha sido acordada por el Club de París”.
“Subrayamos la importancia de que los acreedores privados y otros acreedores bilaterales oficiales ofrezcan un tratamiento de la deuda en condiciones al menos igual de favorables, de acuerdo con el principio de comparabilidad de trato”.
* ARQUITECTURA FINANCIERA INTERNACIONAL
“Reiteramos nuestro compromiso con el fortalecimiento de la resiliencia financiera a largo plazo y el apoyo al crecimiento inclusivo, inclusive mediante la promoción de flujos de capital sostenibles, el desarrollo de los mercados de capital en moneda local y el mantenimiento de una Red de Seguridad Financiera Global fuerte y eficaz, cuyo centro sea un FMI fuerte, basado en cuotas y con recursos adecuados”.
“Seguimos comprometidos con la revisión de la adecuación de las cuotas del FMI y continuaremos el proceso de reforma de la gobernanza del FMI en el marco de la 16ª Revisión General de Cuotas, incluyendo una nueva fórmula de cuotas como guía, antes del 15 de diciembre de 2023”.
* RECUPERACIÓN ECONÓMICA Y COVID 19
“A lo largo de 2021, la actividad económica mundial se ha recuperado a un ritmo constante, gracias al despliegue de las vacunas y a la continuidad de las políticas de apoyo. Sin embargo, la recuperación sigue siendo muy divergente entre países y hacia su interior, y continúa estando expuesta a riesgos asociados, en particular la posible propagación de nuevas variantes del COVID-19 y los ritmos desiguales de vacunación.”
“Reafirmamos nuestra determinación de utilizar todas las herramientas disponibles por el tiempo necesario para hacer frente a las consecuencias adversas del COVID-19, en particular para los más afectados, como las mujeres, los jóvenes, los trabajadores informales y de baja calificación, y sobre las desigualdades”.
“Seguiremos promoviendo la recuperación, evitando quitar cualquier medida de apoyo de manera prematura, preservando al mismo tiempo la estabilidad financiera y la sostenibilidad fiscal a largo plazo, y salvaguardando los riesgos y los efectos indirectos negativos”.