Buscan que la secretaria del Tesoro testifique sobre la posición del gobierno de Joe Biden, que se abstuvo de pedir la destitución de la titular del FMI.

La directora-gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la búlgara Kristalina Georgieva, sigue bajo fuego graneado por no alinearse a las posturas de Estados Unidos y por su “heterodoxia populista”, según sus críticos más duros.

Después de haber sido ratificada en su cargo por el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) por su actuación en el Banco Mundial (BM) cuando se emitió el “Doing Business” de 2018, donde se la acusó de favorecer a China, sumó ahora el cuestionamiento de un grupo de legisladores del opositor Partido Republicano.

Desde la Cámara de Representantes, esa bancada reclamó la presencia de la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, para que explique la decisión de la administración de Joe Biden de abstenerse de pedir la destitución de la jefa del FMI luego de la investigación del BM.

De acuerdo a la carta a la cual accedió Bloomberg News, el representante  Patrick McHenry, importante miembro del Partido Republicano en el Comité de Servicios Financieros de la Cámara baja, junto con sus colegas French Hill y Andy Barr, le pidió a la presidenta, Maxine Waters, demócrata de California, que convoque a la audiencia.

En su momento Yellen avaló la continuidad de Georgieva al frente del Fondo, aunque en un comunicado se dejó en claro que “monitoreará de cerca el seguimiento, evaluará cualquier hecho o hallazgo nuevo y que el informe de WilmerHale sí subraya la necesidad de que los accionistas estén atentos para defender la integridad tanto del Banco como del Fondo”.

Asimismo, siempre según Bloomberg News, hubo una segunda carta a Yellen en la que se le formularon una serie de preguntas relacionadas con la emisión del FMI de unos 650.000 millones de dólares de Derechos Especiales de Giro (DEG) para auxiliar a países miembros por la pandemia.

Los legisladores esperan contar con la respuesta de la Secretaria del Tesoro antes del 15 de noviembre, según advirtieron.

En relación al “Doing Business”, para el directorio la investigación que llevó a cabo el Fondo no permitió demostrar de manera concluyente que la directora-gerente desempeñara un papel “inadecuado”. Pero ahora se sabe que en la votación con presencia de los representantes de los principales países accionistas, se abstuvo: es decir, no votó a favor de su permanencia.

Estados Unidos, el mayor accionista tanto del FMI como del Banco Mundial, había dicho que las acusaciones contra Georgieva eran “serias” y analizó la posibilidad de solicitar su renuncia, pero la negativa de los delegados europeos terminó por disuadirlos de esa posición extrema.

El mes pasado, Waters calificó las acusaciones contra Georgieva de “muy preocupantes” y dijo que “pusieron en duda el liderazgo actual en el FMI”.

“Compartimos su preocupación de que países miembros como China puedan socavar el multilateralismo y la integridad de nuestras instituciones financieras internacionales”, le escribieron los legisladores republicanos a Waters.

Una audiencia permitiría al comité escuchar a Yellen sobre su proceso de toma de decisiones y “cualquier paso proactivo que se tomará para reforzar la integridad, responsabilidad y credibilidad de los datos en el fondo”, dijeron.

Esta semana se conoció que el directorio del Banco Mundial rechazó una solicitud de Georgieva de una reunión para defenderse de las acusaciones respecto a la transparencia con la cual se analizó el informe “Doing Business”.

La información de la agencia Reuters afirma que la institución denegó la reunión solicitada por una abogada contratada por Georgieva, quien en un escrito de 17 páginas la elevó al directorio del organismo multilateral.

En el escrito, la letrada Whitney Debevoise, de Arnold & Porter, afirma que “un informe de investigación preparado por el bufete de abogados WilmerHale para la junta se llevó a cabo de manera incorrecta, violó los derechos del debido proceso de Georgieva y basó su conclusión fundamental en una suposición falsa”, según la agencia internacional pudo ver de una copia de la carta elevada al Banco.

A este tema se suma la reciente la postura de casi 200 empleados del organismo que ahora dirige Georgieva, quienes a través de una carta le solicitaron que explique los criterios de otro informe sobre Brasil.

En esa nota manifiestan la preocupación por “el respeto por las reglas y procedimientos que salvaguardan la independencia técnica del personal”.

El cuestionamiento es porque en el Articulo IV del acuerdo del Fondo con Brasil se habría suavizado la advertencia sobre los riesgos ambientales para la economía del gigante sudamericano.

El vocero del organismo Gerry Rice respondió al pedido afirmando que “se respetaron todas las políticas y procedimientos del fondo relacionados con el informe del personal del Artículo IV de Brasil y ha respondido en detalle a todas las preguntas planteadas”.