El presidente argentino recibió a la directora-gerente del FMI en la embajada en Roma, donde mantuvieron un encuentro de 90 minutos.
El presidente Alberto Fernández y la directora-gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, mantuvieron hoy una reunión de 90 minutos en la embajada argentina en Roma en el marco de la Cumbre del Grupo de los Veinte (G-20).
Al salir del encuentro, la funcionaria del organismo internacional de crédito aseguró que “fue una buena reunión”.
“Discutimos la situación económica en la Argentina y el compromiso entre el equipo económico y el staff del FMI para continuar trabajando para encontrar un camino a seguir en nuestra relación”, aseguró a TN la búlgara, que atraviesa una tormenta política propia con cuestionamientos motorizados básicamente por Estados Unidos.
Consultada sobre el progreso en la demorada negociación con la Argentina, afirmó que “los dos equipos se van a sentar juntos y evaluarán cuidadosamente el trabajo que se debe hacer”.
El encuentro, que se prolongó por más de una hora y media, concluyó a las 18.55 hora local (las 13.55 de Argentina) con la presencia del ministro de Economía, Martín Guzmán; y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, mientras que Georgieva fue acompañada por Julie Kozack y Geoffrey Okamoto, ambos funcionarios del FMI.
Fernández llegó a la sede diplomática con retraso por la audiencia que mantuvo con su par francés Emmanuel Macron, en el centro de convenciones del G-20.
El objetivo del gobierno nacional es avanzar en la definición de un acuerdo que permita extender plazos para evitar pagar los vencimientos por US$ 19.000 millones en 2022, otros US$ 18.000 millones en 2023 y cerca de US$ 5.000 millones en 2024, según el programa acordado entre el Fondo y el gobierno anterior.
Se trata del segundo encuentro en seis meses entre Fernández y Georgieva y es clave para el objetivo de conseguir una reducción de la sobretasa que paga el país por haber recibido un préstamo que superó el porcentaje de participación que en el organismo, y que representa pagos de cerca de mil millones de dólares adicionales por año, indicaron fuentes del Ejecutivo.
Los mismos portavoces indicaron que el tema de la sobretasa en el G-20 está bien encaminado y consideran que si el mundo desarrollado pide cambio climático y sostenibilidad, “todo eso cuesta”, y por eso es necesario que, a cambio de los esfuerzos de los países para adecuarse a las nuevas regulaciones, se bajen los costos del crédito.
Las fuentes oficiales estiman un apoyo del 62% de los accionistas en el FMI, trece puntos debajo de lo necesario para que se apruebe la reducción de la sobretasa desde el 3,05% al 1,05% que espera la gestión de Fernández.
En tanto, indicaron que está en discusión una tercera línea con los recursos del fondo de resiliencia -cuyo fondeo podría provenir de los DEG que giraron a países que no los necesitan- para que haya más plazo y con un monto que sea lo más amplio posible, lo que se sumaría a los programas de “stand by” y de facilidades extendidas.
Más allá de los pedidos puntuales, cerca de Guzmán se insistió que está la intención de llegar a un acuerdo con el FMI pero sin que implique reformas estructurales para la Argentina, algo que aclaran que el presidente viene planteando desde el primer día en que comenzó la negociación para reestructurar la deuda.
La aclaración se vincula con las expresiones de sectores del gobierno asociados a la vicepresidenta, Cristina Kirchner, que en medio de la campaña por las elecciones legislativas del 14 de noviembre reclaman que no haya acuerdo con el organismo.