Alejandro Werner, exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, pronosticó además que un posible acuerdo “no va a ser más que una curita” por apenas cuatro meses.
El Gobierno salió hoy al cruce del exfuncionario del Fondo Monetario Internacional que sostuvo que el acuerdo por la deuda con ese organismo que pueda llegar a lograr el ministro de Economía, Martín Guzmán, “no va a ser más que una curita”.
El exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI) Alejandro Werner, uno de los responsables dentro del organismo crediticio multilateral en otorgar el préstamo de 57.000 millones de dólares a la Argentina durante el gobierno de Macri, advirtió también que el país “no le va a pagar al FMI”.
“Cualquiera sabe que así como está la deuda es impagable, y el que mejor lo debe saber es él porque fue uno de los autores del programa”, contrarrestaron fuentes del Ejecutivo justo el día en el que el presidente Alberto Fernández arribó a Roma para reunirse con la directora-gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en el marco de la cumbre del G-20.
“No sorprende de uno de los autores del peor acuerdo de la historia del Fondo”, añadieron desde el Ejecutivo, desde donde se consideraron las declaraciones de Werner como un “sinceramiento político” del hombre bajo cuya gestión el FMI reforzó su presencia en América Latina, entre otras formas, a través de las Reuniones Anuales de 2015 en Lima, Perú, y fortaleció la relación con los países miembros del Caribe y de América del Norte.
“Creo que la situación de Argentina es un poco invariable a un programa del FMI. Argentina no va a pagar al FMI”, fue el pronóstico sombrío que lanzó Werner en un panel organizado por Instituto de Política Económica y Monetaria del Foro Oficial de Instituciones Financieras y Monetarias (OMFIF).
“Argentina no va a hacer buenas políticas macro-micro institucionales. Como máximo, con un programa del FMI, vamos a tener cuatro meses en los que no pasen una única revisión. Y eso es todo, volveremos a los atrasos o cuasi atrasos al final del día”, aventuró Werner.