Alejandro Werner, exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, pronosticó además que es muy probable que el país vuelva a caer en “default” con el organismo con sede en Washington.
El exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI) Alejandro Werner consideró que el acuerdo entre Argentina y el organismo multilateral crediticio “no va a ser más que una curita” y advirtió que es muy probable que el país vuelva a caer en “default” con la entidad con sede en Washington.
“Creo que la situación de Argentina es un poco invariable a un programa del FMI. Argentina no va a pagar al FMI”, fue el pronóstico sombrío que lanzó Werner en un panel organizado por Instituto de Política Económica y Monetaria del Foro Oficial de Instituciones Financieras y Monetarias (OMFIF).
“Argentina no va a hacer buenas políticas macro-micro institucionales. Como máximo, con un programa del FMI, vamos a tener cuatro meses en los que no pasen una única revisión. Y eso es todo, volveremos a los atrasos o cuasi atrasos al final del día”, aventuró uno de los máximo responsables del préstamo récord que el Fondo le otorgó a la Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri.
En agosto de este año Werner se transformó en uno de los últimos funcionarios en irse del organismo de los que quedaban tras la salida de Christine Lagarde y su reemplazo en la conducción por Kristalina Georgieva.
Durante la gestión de Werner, el FMI reforzó su presencia en América Latina, entre otras formas, a través de las Reuniones Anuales de 2015 en Lima, Perú, y fortaleció la relación con los países miembros del Caribe y de América del Norte.
Para Werner, el acuerdo que pueda lograr el ministro de Economía, Martín Guzmán, con las actuales autoridades del FMI “no va a ser un instrumento para las buenas políticas y desde el punto de vista de los flujos no va a cambiar nada”
“Creo que todos estamos exagerando el programa del FMI porque como mucho va a ser una curita temporal para mantener las expectativas y retrasar la corrida bancaria durante cuatro meses. Luego todo se resolverá. Porque si miran a estos tipos, ¿qué van a esperar de este gobierno?”, se preguntó justo cuando el titular del Palacio de Hacienda y el presidente Alberto Fernández arribaron a Roma para negociar con el FMI la deuda por 44.000 millones de dólares heredada del acuerdo que Werner impulsó durante el macrismo.