Desde el Gobierno buscaban evitar que la causa por el cumpleaños de Fabiola Yáñez en la quinta presidencial quedara en manos de la exmujer del fallido fiscal Alberto Nisman.
El juez federal de San Isidro Lino Mirabelli quedó a cargo de la causa por la violación de la cuarentena por parte del presidente Alberto Fernández durante el festejo de cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yáñez, en julio del año pasado.
La causa recayó finalmente en Mirabelli por la decisión del juez Marcelo Fernández, integrante de la Sala I de la Cámara de San Martín, que resolvió la disputa de competencia por la que también pugnaba la otra jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado.
Tras el estallido del escándalo en la previa a las elecciones PASO de septiembre, el Gobierno pretendía que Sebastián Casanello fuese el juez que llevara la causa adelante. Por eso, los imputados por la fiesta de cumpleaños de Fabiola Yáñez se habían presentado en los tribunales de Comodoro Py. Lo que la Casa Rosada buscaba evitar era que la responsabilidad la tuviera Arroyo Salgado. La magistrada logró trascendencia mediática a partir de defender públicamente que al fiscal Alberto Nisman, su exesposo, lo mataron durante el último mandato de Cristina Kirchner, en sintonía con la oposición y buena parte del Poder Judicial. Por eso, para el presidente Alberto Fernández, que Mirabelli quede a cargo no es una mala noticia porque evita a Arroyo Salgado.
A finales de agosto, Casanello se había declarado incompetente en la causa por una cuestión de jurisdicción porque “los hechos que son objeto de investigación tuvieron lugar en esa Residencia Presidencial, sita en la localidad de Olivos, Partido de Vicente López, Provincia de Buenos Aires (…)”, según su fallo.
Esa jurisdicción, San Isidro, tiene dos juzgados federales, el N° 1 a cargo de Sandra Arroyo Salgado y el N° 2, con Mirabelli como titular. Desde 2006, la organización de los turnos se define por meses pares e impares. Los pares son de Arroyo Salgado y los impares de Mirabelli, por eso el #Olivosgate recayó en su juzgado. Pero la jueza cuenta con una denuncia anterior muy similar a la de los ingresos a la quinta de Olivos durante la cuarentena y por eso pretendía quedarse con el expediente de la fiesta de cumpleaños de Yáñez.