El gobierno volverá a ampliar la denuncia por la colaboración macrista a los golpistas bolivianos.
El mismo día en que los gendarmes argentinos partían hacia Bolivia, donde se repartirían las municiones entre las fuerzas bolivianas para apoyar el golpe de Estado contra Evo Morales, en la Casa Rosada se reunieron a finales de 2019 Mauricio Macri; la ministra de Seguridad Patricia Bullrich; el canciller Jorge Faurie; el jefe de Gabinete Marcos Peña; el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo; y el titular de la Gendarmería Nacional, Gerardo Otero.
Con estos nuevos elementos que van saliendo a la luz y que ponen al poderoso jefe de Gabinete de Macri en el centro de la maniobra que terminó con el desvío de proyectiles hacia Bolivia, el gobierno de Alberto Fernández prepara una ampliación de la denuncia que tramita en el fuero penal económico: “Además de lo que ya denunciamos, estaremos ampliando y aportando nueva documentación que demuestre la participación en el contrabando agravado de Peña, Pompeo, y Faurie”, confirmó a Página/12 el ministro de Justicia Martín Soria.
En la Casa Rosada hubo, al menos, dos reuniones el 12 de noviembre de 2019 que despertaron la inquietud del actual gobierno. Por un lado, Macri se vio con Faurie. Coincidentemente con el ingreso del canciller estuvo la entrada a Casa de Gobierno de Fulvio Pompeo, secretario de Relaciones Internacionales del PRO y uno de los hombres poderosos de la gestión de Macri, tanto que hasta presidía la mesa de Seguridad a la que se sentaban la propia Bullrich, Faurie, el entonces ministro de Defensa Oscar Aguad y el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas.