El juicio lo inició el fondo Burford porque adquirió el derecho de litigio de las empresas del Grupo Petersen.
Sebastián Eskenazi volvió a desconocer el llamado de la justicia estadounidense para que declare en la causa por la expropiación de YPF. El exCEO de la petrolera argentina había sido notificado de la convocatoria durante una escala en Miami, pero hace meses que la jueza Loreta Preska intenta en vano que Enrique, Sebastián, Matías y Ezequiel Eskenazi den testimonio en su juzgado y presenten la documentación necesaria durante la etapa de recolección de pruebas para avanzar con la causa.
El juicio en cuestión lo lleva adelante el fondo Burford porque adquirió el derecho de litigio de las empresas del Grupo Petersen de la familia Eskenazi, accionista minoritario de YPF al momento de la expropiación.
Los demandantes contra YPF reclaman una indemnización por los daños económicos que el pago a los españoles de Repsol, dueño del 51 por ciento de las acciones de la empresa en ese momento, le provocaron al resto de los accionistas luego de la nacionalización de 2012.
Se acusa a la Argentina por no ampliar la oferta a Repsol a los otros accionistas privados de la petrolera. En particular, las empresas españolas Petersen Energía y Petersen Inversora (del Grupo Petersen de los Eskenazi), dueñas del 25 por ciento del paquete accionario, que se manifestaron damnificadas por esta compra hostil y quebraron luego de la estatización.