El ahora extitular del club evitó someterse a la moción de censura que iba a ser votada por los socios.
Josep María Bartomeu renunció hoy como presidente del Barcelona luego de que el gobierno de Cataluña rechazara postergar una votación para decidir la moción de censura que habían aprobado los socios del club contra el dirigente, que se enfrentó al crack Lionel Messi antes del inicio de la temporada cuando el mejor futbolista del mundo quiso irse de la institución antes de cumplir su último año de contrato.
Junto a Bartomeu renunciaron todos los integrantes de la comisión directiva por lo que, según establece el estatuto de la institución, tomará el control del club una comisión gestora que debe ser encabezada por quien “en el momento de la dimisión sea el de la Comisión Económica del FC Barcelona”, en este caso el empresario y economista Carles Tusquets.
Tusquets, junto al Síndic de Socis del FC Barcelona, Joan Manuel Trayter Jiménez, serán los responsables de nombrar al resto de los cinco integrantes de esta comisión, que deberá convocar a nuevas elecciones.
Bartomeu había quedado muy desprestigiado y apuntado por los socios e hinchas del Barcelona luego de que en el receso entre temporadas Messi manifestara su intención de abandonar el club por sus fuertes diferencias con él.
El capitán del equipo y máximo goleador de la historia “culé” quiso hacer efectiva la cláusula de salida existente en su contrato, pero ésta fijaba como plazo de ejecución el 31 de mayo, fecha establecida como final de la temporada 2019-2020.
El futbolista y sus asesores entendieron que podía exigirla recién en agosto tras la eliminación de la Champions League con un vergonzante 2-8 ante el Bayern Munich porque la última campaña debió extenderse más allá de la fecha original debido a la pandemia de coronavirus.
Finalmente, la postura del club fue la que triunfó en las negociaciones entre abogados. pero la relación entre Messi y Bartomeu quedó deteriorada.
La falta de refuerzos y de proyecto futbolísticos en los últimos años fue quitándole ganas a la “Pulga” de quedarse en el -hasta ahora- único club de su carrera profesional.
La llegada del neerlandés Ronald Koeman como nuevo director técnico fue otro golpe de Bartomeu a Messi: la primera decisión del DT fue prescindir del goleador y amigo íntimo del crack, Luis Suárez, quien debió irse al Atlético de Madrid.
La renuncia de Bartomeu deja sin rumbo a Koeman, que había llegado para renovar a un plantel con un Messi no tan explosivo como en sus años más gloriosos, y con ídolos con su curva de rendimiento en descenso como Sergio Busquets o Gerard Piqué.
Y abre una nueva pregunta: ¿Messi querrá renovar contrato con un nuevo presidente en el club? O al final de la temporada el rosarino -con un año de retraso- dejará el club en busca de nuevos desafíos?