Ocurrieron en San Pablo, Brasilia, Río de Janeiro y otras ciudades importantes, mientras el Presidente anunciaba medidas. El virus era “una fantasía”, dijo.
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Cacerolazos que llevan ya media hora se desarrollan en distintas ciudades de Brasil 🇧🇷 en contra de su presidente, Jair Bolsonaro, a quien culpan por lo que empieza a percibirse que será un duro golpe de la pandemia COVID-19 en ese paÃs.
Solo hoy, hubo 3 muertos pic.twitter.com/JHwH1u5yUx
— 5dÃas (@5diasPY) March 18, 2020
Fuertes cacerolazos sonaron este miércoles a la noche en varias de las principales ciudades de Brasil contra el presidente Jair Bolsonaro para cuestionarlo por su manejo de la crisis social y económica provocada por el coronavirus​, al que la semana pasada calificó de “fantasía” y que dejó un saldo de cuatro muertos y 428 infectados.
Las protestas más importantes y prolongadas, que incluyeron proclamas pidiendo la renuncia del mandatario, ocurrieron en San Pablo, Brasilia, Río de Janeiro, Fortaleza, Recife, Belo Horizonte y Porto Alegre, sobre todo en barrios de clase media y alta.
El presidente del Senado, Davi Alcolumbre, fue diagnosticado en las últimas horas con el virus en un país con las cifras más altas de infectados y fallecidos de América Latina.
La mayoría de los casos se concentran en el populoso estado de San Pablo, donde ya se registraron 240 contagios, y todas las muertes se produjeron allí. Las víctimas tenían más de 60 años y problemas de salud previo al contagio del coronavirus.
Ante este escenario, el gobernador de San Pablo, Joao Doria, impuso medidas de restricción a la circulación de personas y la suspensión de las clases, lo mismo que se decretó en Río de Janeiro.
Los cacerolazos se dieron en simultáneo al lanzamiento de medidas por parte de Bolsonaro para frenar los contagios: instaló un comité de crisis y reliazó una serie de anuncios económicos.
Muchos brasileños no olvidan las palabras del Presidente de hace una semana, cuando se refirió al coronavirus como “una fantasía” que, gracias al periodismo, había generado “histeria” entre la población.
Este miércoles, el ministerio de Salud volvió a convocar a los médicos cubanos que, en diciembre pasado, y por orden de Bolsonaro, fueron desafectados de los servicios de salud de los lugares más aislados del país.