Sumó a su alianza con el kirchnerismo la casi totalidad de los votos que obtuvo en la provincia de Buenos Aires en 2017.
Una ovación retumbó en el búnker del Frente de Todos cuando Máximo Kirchner y Sergio Massa se fieron un abrazo sobre el escenario y los primeros datos confirmaban una victoria arrasadora en la provincia de Buenos Aires, lo que auspiciaba el retorno del peronismo al principal distrito del país después de cuatro años de gobierno de Cambiemos.
Aquí las matemáticas confirmaron ser una ciencia exacta. El Frente de Todos, de la mano del candidato Axel Kicillof, obtuvo en las primarias del domingo último el 49,3% de los votos. Dos años antes, el kirchnerismo, que llevaba a Cristina Kirchner como candidata a senadora, y el Frente Renovador, que postulaba a Sergio Massa, habían competido por separado: Cristina cosechó el 34,1% y Massa, el 15,3% de los votos. Sumados, hubiesen reunido el 49,4%,
Resultados en mano, Massa, que ahora competirá como primer candidato a diputado del Frente de Todos, reivindicó el lunes su alianza con el kirchnerismo pese a las furiosas críticas que en su momento recibió dentro y fuera de su espacio.
Y ayer convocó a ampliar todavía más el espacio del Frente de Todos con la convocatoria a exaliados suyos como Roberto Lavagna, quien también fue muy elogiado por Alberto Fernández.
En el entorno del exministro de Economía negaron esta posibilidad de plano, pero, envalentonado con los resultados de anteayer, Massa mira con optimismo el camino hacia las elecciones de octubre y le dedicó fuertes críticas al presidente Mauricio Macri.