No es la primera vez que el programa “Quien quiere ser millonario” tiene un participante que refleja la grave situación que vive el país. Todo en el “primer time” de Telefe.
El caso de la científica del Conicet Marina Simian, que desde anoche se viralizó porque fue al programa de preguntas y respuestas de Santiago del Moro para conseguir dinero para su investigación en la lucha contra el cáncer, fue el último de una serie de participantes de “Quien quiere ser millonario” que puso en el “prime time” de la TV argentina la crisis económica.
Del Moro es la apuesta fuerte de Telefe en este 2018 para las noches de un canal que siempre ha apuntado a “la familia”. Un concurso de preguntas y respuestas, con la “zanahoria” de un millón de pesos en premios parecía ideal para entretener a la audiencia a la hora de la cena.
Sin embargo, en la última semana la crisis económica se metió de lleno en el programa de Del Moro, que había abandonado “Intratables” de América TV luego de varios años de hablar de política y economía.
Primero fue el caso de Mario Rodolfo Frati, quien el miércoles pasado contó que vive en situación de calle producto de “algunas malas decisiones por confiar en la gente equivocada”.
Tras ganar 500 mil pesos, “Fito” aseguró que lo que primero que haría sería ir a un hotel para dormir en una buena cama y ducharse con agua caliente.
Después llegó una mujer trans, Constanza Dolores, que tiene 55 años, nació en Munich, Alemania, y actualmente vive en Lomas del Mirador.
Constanza ganó 300 mil pesos muy necesarios para vivir porque no le alcanza el subsidio del Estado que recibe y denunció lo difícil que le es conseguir trabajo: “No importa el currículum que yo tenga. Ven un ‘traba’, así que leen el currículum pero te miran de pies a cabeza y, cuando te diste vuelta, lo tiraron a la basura. En estos diez años, no te voy a mentir, fui a 3755 lugares a buscar trabajo. En uno me tomaron y me echaron en menos de una hora”, contó.
Pero todo explotó en las redes con el testimonio de la científica del Conicet anoche. “Estamos complicados con el tema presupuestario en ciencia y tecnología y tengo compromisos con mis becarios y les tengo que proveer lo que ellos necesitan para trabajar”, advirtió.
“Tuvimos una gran devaluación y para nosotros eso es terrible porque todo está en dólares, además, tenemos el inconveniente de que comprar los reactivos en Argentina sale tres o cuatro veces más de lo que sale el mismo producto en el exterior”, explicó Simian.
Consultada por el dinero ganado, la investigadora expresó: “Voy a salvar el año, no sé cuanto sacan impuestos pero hace un diferencia”.