La expresidenta y senadora nacional sigue firme al frente en las encuestas de cara a la primera vuelta de las elecciones de octubre.
La expresidenta Cristina Kirchner hizo saber ayer por medio de sus dirigentes más cercanos que no está dispuesta a firmar el acuerdo de 10 puntos que hizo circular el gobierno de Mauricio Macri, al que el kirchnerismo calificó como “la hoja de ruta del FMI”.
Lo dijo el jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria (FPV), Agustín Rossi, quien consideró que está ideado “para calmar a los mercados” y “no para defender al pueblo argentino”.
La senadora nacional por Unidad Ciudadana, que regresará hoy a Buenos Aires después de pasar el fin de semana en Santa Cruz, no se pronunciará sobre la invitación al diálogo que prepara el Gobierno hasta que se concrete la convocatoria. “No hablamos de cuestiones hipotéticas”, dijeron en el entorno de Cristina Kirchner sobre un posible encuentro con Macri.
Ayer, el Ejecutivo envió una carta a los principales dirigentes opositores, incluida CFK, a gobernadores, empresarios, sindicalistas y a la Iglesia, en la que los invita a sumarse al acuerdo de diez puntos que busca consensuar para “despejar algunas de las dudas que existen sobre nuestro país”.
En el Instituto Patria respondieron que la expresidenta recibió la carta presidencial ayer por la tarde.
Por el momento, en el kirchnerismo prima la desconfianza. “Hay que ver la calidad de la convocatoria. No podemos ser convidados de piedra a un acuerdo que hicieron otros”, dijo Rossi a La Nación. Ni él ni Marcelo Fuentes, jefe de la bancada kirchnerista en el Senado, fueron contactados ayer por sus pares del oficialismo en el Congreso.
“Creo que la invitación a Cristina es una distracción. Están desesperados y utilizan su nombre para distraer”, dijo Fuentes, en declaraciones radiales. Para el legislador kirchnerista, “hay puntos que son innegociables” y consideró que se debe “discutir el hambre, los jubilados, los asalariados”.
Rossi también dio a entender que el kirchnerismo no será parte de la ronda de conversaciones, y aunque aclaró que no había hablado con Cristina Kirchner, dijo que en su opinión solo se podía aceptar una invitación al diálogo si se trata de un encuentro con agenda abierta, no limitado a los diez puntos que dio a conocer el Gobierno.
El exjefe de Gabinete Alberto Fernández anticipó que se reunirá con Cristina Kirchner para decidir sobre el llamado del Gobierno a un diálogo para lograr un acuerdo sobre políticas públicas básicas, pero evaluó que “no hay mucho por hacer”.
“Con Cristina nos vamos a juntar a conversar hoy sobre el acuerdo, pero no hay mucho por hacer”, afirmó Fernández, y agregó que “el Gobierno quería hacer un acuerdo con el peronismo irracional, y se dio cuenta que no podía dejar afuera a Cristina porque nadie lo firmaba”, dijo en diálogo con FM Futurock.
El único dirigente kirchnerista que abrió la puerta al debate de los diez puntos fue Oscar Parrilli: “(Cristina Kirchner) siempre se ha sentado a hablar con todo el mundo, nunca se ha negado a hablar”, afirmó en El Destape radio.
Uno de los temas que más irrita al kirchnerismo es el quinto punto, en el que se propone la “creación de empleo a través de una legislación laboral moderna”.
Para los dirigentes que rodean a Cristina Kirchner, es un nuevo intento del Gobierno por avanzar con una reforma laboral, tal como reclama el FMI. “¿Cómo vamos a avalar la reforma que no pudieron pasar por el Congreso?”, se preguntó ayer un diputado que visita a la expresidenta con frecuencia.
Otro de los puntos que hicieron reaccionar al kirchnerismo es el séptimo, que invita a la “consolidación de un sistema previsional sostenible y equitativo”, al que ven como una nueva ofensiva para cambiar el sistema previsional.
En respuesta a las acusaciones del oficialismo, en el entorno de Cristina comentaron ayer que el único punto que estarían dispuestos a firmar es el que promete el cumplimiento de las “obligaciones” con los “acreedores” externos.
En el FPV insisten en que en un eventual gobierno de Cristina Kirchner se va a cumplir con los pagos de la deuda, aunque aclaran que será “necesario” renegociar el acuerdo con el FMI para poder modificar la política económica.
Máximo Kirchner declaró el jueves que en un gobierno kirchnerista la prioridad será pagar la “deuda interna”. En un mensaje a los mercados, dijo: “Van a tener que esperar; primero tenemos que poner adelante la enorme deuda interna que está generando este gobierno”.
En tanto, Daniel Scioli, otro de los precandidatos a presidente del peronismo, se mostró ayer abierto a participar de un diálogo con el Gobierno y confirmó que anteanoche habló por teléfono con Mauricio Macri. “Hay que hacer todos los esfuerzos para llevar tranquilidad y previsibilidad”, dijo Scioli, y pidió que se tomen en cuenta sus propuestas para cambiar el plan económico.