El ABC de la política es no dividir ni erosionar la propia fuerza, o los aliados, en este caso, de la coalición gobernante. Nada de eso ha hecho el círculo áulico del presidente Mauricio Macri, como en Córdoba, donde se empecinó en forzar una situación para que no se diera una interna, no en el PRO sino en el Radicalismo, es decir, en un aliado de la alianza Cambiemos.
Ante todo esto es desconocer, desde Barcarce 50, la historia misma de la Argentina, donde si algo repele el interior son las imposiciones de Buenos Aires, cuasi caprichosas y por “manu militari”. Que el diputado de larga trayectoria Mario Negri, no defendido por el gobierno en la vacante del Consejo de la Magistratura, fuera el preferido de la Casa Rosada, está en gustos y preferencias, pero no haber trabajado políticamente durante un largo tiempo para evitar la interna radical es un déficit de novatos.
A una semana de la fecha de la interna, pretender que el intendente de Córdoba y presidente de la UCR local, Ramón Mestre, cediera y se bajara de su postulación es de una torpeza mayúscula, cuyo resultado es aún peor: Cambiemos y el radicalismo irán con listas divididas en el distrito donde Macri obtuvo el mayor porcentaje de votos en 2015, para regodeo del justicialista gobernador Juan Schiaretti, que ha mostrado la inteligencia de sumar al GEN de Margarita Stolbizer y al Socialismo a su frente cordobés.
Otra torpeza cometida: durante la manifestación feminista del 8M, una escultura que representaba, como fue calificada por la autora y los sectores más radicalizados del colectivo femenino, como la “virgen abortera y revolucionaria”, con un pañuelo verde cubriéndole la cara, fue depositada para su exposición, que pretende permanecer hasta mayo, en el predio de la antigua ESMA, es decir, en un espacio que depende del Gobierno Nacional, sin que ningún funcionario reaccionara o lo impidiera. Esto motivó que particulares y asociaciones de abogados católicos o el nucleamiento de Concordia y Justicia presentaran denuncias ante la justicia contra esos funcionarios por permitir el hecho, que vulnera gratuitamente la Fe mayoritaria de los argentinos o de aquellos que sin fe, son respetuosos de los valores sagrados, sea el que fuere. Que la blasfema escultura fuera depositada en algún espacio de las furibundas féminas hubiera sido un hecho repudiable en sí, pero no cuestionable, como sí lo es ubicarla en una dependencia oficial. Parecería ser que algunos funcionarios cercanos al Presidente, relativistas por definición, no miden ni les importan los actos que los afectan a ellos mismos como poder político (o pensarán que así ganan el voto de la progresía). No existe en el país un voto confesional, pero sí un repudio a que les toquen los valores sagrados, algo que no deben mencionar los “focus group” de los genios del marketing político.
Si de Guerra Cultural hablamos, de eso se trata, aunque muchos se hagan los distraídos o lo nieguen, no sólo en estas playas suceden estos actos. En Madrid, la alcaldesa comunista Manuela Carmena ha permitido que en un teatro municipal se estrene en plena Semana Santa una obra cuyo título es “Dios tiene vagina”, donde los actores desnudos se mofan de las tradiciones españolas cristianas. El hecho ha motivado a distintas organizaciones a pedir su prohibición en un teatro público, que se sostiene con los impuestos de los madrileños, más aún en la fecha más relevante para el Cristianismo como lo es la Pascua.
En este panorama, las incertidumbres se suman a diario. Por ejemplo, la aparición estelar de Marcelo Tinelli junto a Roberto Lavagna, quien juega al operativo clamor, teniendo hoy en Miguel Pichetto, Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey sus escollos para una unificación del peronismo alternativo. Las especulaciones surgen desde todo tipo de usinas y las operaciones corren como liebres: desde la bajada de Macri, sustituido por María Eugenia Vidal, que lo supera ampliamente en imagen, hasta, luego del quiebre de Cambiemos en Córdoba, sobre la separación de la UCR de la alianza gobernante y la búsqueda de un acuerdo con Lavagna y el peronismo alternativo. ¿Un disparate? Puede ser, pero en la Argentina todo es posible en la alquimia política. Recordemos que Julio Cobos integró la fórmula con Cristina Kirchner y que en 2007, Lavagna conformó el binomio presidencial con el actual gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, siendo viejos conocidos.
La Convención Radical de abril próximo despejará los rumores, reales o no. Asimismo, los corrillos sobre la retirada de Cristina Kirchner de la puja presidencial, para permitir la unificación del peronismo, fluyen, aunque el video con guión, antes de su viaje a Cuba, parecería indicar todo lo contrario.
En un cuadro político donde la economía manda con una inflación del 3,5% en febrero, el dólar fluctúa nerviosamente y las tasas siguen por las nubes, todo es factible, con sectores medios malhumorados por el ajuste y los fuertes incrementos de las tarifas.
Todo está por verse y nada está definido si sopesamos que el voto es una compleja sumatoria de principios, valores, ideologías –cada vez menos-, situaciones personales y coyunturales, a pesar de algunos que, tanto en el oficialismo como en el bunker kirchnerista, hablan de ganar en primera vuelta, algo que nos parece voluntarismo puro e irreal. La campaña está lanzada y los interrogantes y dudas poseen hoy mucha mayor intensidad que las certezas.