“Sería una imprudencia pastoral y haría daño ponerse de la parte de unos países o de otros” replicó cuando le preguntaron si avalaría a Guaidó.
El papa Francisco alertó hoy sobre “un posible derramamiento de sangre en Venezuela” y ofreció su ayuda a las partes en conflicto “si lo quieren”.
Lo hizo durante un diálogo con los periodistas a bordo del vuelo especial en el que regresó de una gira apostólica por Panamá, donde se celebraron las Jornadas Mundiales de la Juventud.
“¿Qué es lo que me asusta? El derramamiento de sangre”, aseguró ante cerca de 70 comunicadores que lo acompañaban, pero el Papa argentino añadió que desea “el bien de todos los habitantes del país”.
Le preguntaron si respaldaría, como muchos países, la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente encargado, y Jorge Bergoglio respondió que “sería una imprudencia pastoral y haría daño ponerse de la parte de unos o de otros”.
“Tengo que ser equilibrado. No me gusta la palabra equilibrado. Tengo que ser pastor. Y si necesitan ayuda, de común acuerdo, que la pidan. Eso sí”, completó.
En la misa que celebró el domingo ante 700 mil jóvenes en las cercanías de la ciudad de Panamá, al final de las celebraciones, Francisco pidió después del rezo del Angelus, para Venezuela, “una solución justa y pacífica para superar la crisis respetando los derechos humanos”.