Una cadena de 620 kilómetros de mujeres tomadas de la mano hizo cumplir una norma dictada por la Corte Suprema. Caos entre los religiosos, muertes y miles de detenidos.
El estado de Kerala, al sur de la India, vive días de extrema tensión y debate público sobre un tema que generalmente se habla puertas para adentro: la menstruación femenina.
El tema estalló en las calles porque el miércoles pasado dos mujeres lograron ingresar al templo del “dios célibe” Ayappa en Sabarimala, tras una cadena femenina de 620 kilómetros en reclamo del cumplimiento de una sentencia de la Corte Suprema en favor de la igualdad de géneros.
El lugar, uno de los más sagrados del hinduismo, es hace semanas centro de una disputa porque los sectores más conservadores se niegan a acatar la sentencia de la Corte, que dejó sin efecto la prohibición del ingreso de mujeres de entre 10 y 50 años, incluidas las de en “edad fértil”.
El gesto altamente simbólico se produjo luego de que el domingo el gobierno de Kerala, una coalición de izquierda que apoya la sentencia de la máxima autoridad judicial, organizó una mega manifestación en apoyo a la igualdad entre géneros.
Una cadena de 620 kilómetros, integrada por tres millones de manifestantes y bautizada un “Muro de Mujeres”, cruzó las rutas de norte a sur del estado para acceder al templo de Ayappa, “el dios célibe”.
Luego de que por primera vez ingresaran en el templo las mujeres, varias localidades del estado iniciaron una huelga para protestar por la entrada de las dos “impuras”, en edad de menstruar. En medio de las violentas manifestaciones murió al menos una persona.
La policía de la India detuvo a cerca de 1.400 personas en relación a las protestas, que “todavía continúan”, según advirtió ayer una portavoz del Centro de Información de la Policía de Kerala, Kala, que no precisó en cuántos puntos del estado se producen ni su alcance.

