Habitualmente un problema para desplazarse y el terror de los barcos en el Ártico, existe un lugar en el que estos bloques de hielo son la atracción para los turistas.
El lago Jökulsárlón de Islandia tiene un particular: es capaz de cambiar la imagen negativa que el hombre tiene de los icebergs por la sensación de una tranquilidad paradisíaca que emana de los hielos que inundan estas aguas glaciares.
Situado en el extremo sur del glaciar Vatnajökull, entre el Parque nacional Skaftafell y la ciudad de Höfn, este lago apareció por primera vez en 1934 y cuatro décadas después pasó de 7,9 kilómetros cuadrados a los actuales 18 kilómetros cuadrados, debido a la acelerada fusión de los glaciares islandeses.
La característica que atrae a los turistas es que el lago se encuentra lleno de icebergs, que se desprenden de la lengua del glaciar Breiðamerkurjökull. Esto hace de Jökulsárlón sea el lugar más fácil del mundo para acceder a un iceberg.
La fauna habitual del lugar son focas y aves marinas, especialmente charranes árticos y skuas, grandes gaviotas que anidan en el suelo en los alrededores del lago y que ocasionalmente pueden ser agresivas.