Desapareció el 2 de octubre tras entrar al consulado de su país en Ankara para un trámite por su casamiento con su novia turca.
El periodista crítico saudí Jamal Khashoggi, de 59 años, desapareció el martes 2 de octubre cuando entró al consulado de su país en Estambul para tramitar unos papeles para casarse con su novia turca, pero el gobierno turco informó a funcionarios estadounidenses que tiene pruebas de que fue asesinado y descuartizado en el interior de la legación diplomática, según reveló hoy el diario The Washington Post.
El diario estadounidense publicó que erl gobierno de Turquía le informó al de Estados Unidos que dispone de grabaciones de audio y de video que muestran cómo Khashoggi fue “interrogado, torturado y después asesinado” en el interior del consulado, antes de que se desmembrara su cuerpo.
The Washington Post, para el que Khashoggi trabajaba como columnista, citó a funcionarios que pidieron el anonimato, quienes dijeron que las grabaciones muestran que un equipo de seguridad saudita detuvo al periodista cuando fue al consulado el 2 de octubre para conseguir un documento que necesitaba para su boda.
En tanto, una delegación de Arabia Saudita llegó a Turquía como parte de una investigación sobre la desaparición del periodista, según informó hoy la agencia estatal turca de noticias Anadolu, la que agregó que mantendrá conversaciones con funcionarios turcos durante el fin de semana.
La cadena de noticias CNN en turco aseguró que entre los temas a tratar estará la cuestión de cuándo y cómo podrán los investigadores turcos inspeccionar el edificio del consulado.
Por el momento, los saudíes califican de “infundada” la acusación de ser responsables sobre un posible secuestro o daño físico a Khashoggi. Sin embargo, no ofrecieron ninguna prueba que apoye su afirmación de que el columnista salió del consulado y desapareció a pesar de que su prometida lo estaba esperando afuera.
Ankara y Riad formarán un “grupo de trabajo conjunto” para investigar la desaparición del comunicador disidente, explicó ayer Ibrahim Kalin, el vocero del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
El periodista, de 59 años y considerado cercano a la familia real saudita, se había convertido en un crítico del gobierno actual y del príncipe heredero de 33 años, Mohammed ben Salman, que introdujo reformas radicales en el Reino pero mostró poca tolerancia a las críticas.
Khashoggi vivía en un exilio autoimpuesto en Estados Unidos desde el año pasado y como colaborador del Post escribió ampliamente sobre Arabia Saudita con duras críticas a su guerra en Yemen, su reciente disputa diplomática con Canadá y su arresto de activistas por los derechos de las mujeres tras el levantamiento de la prohibición de conducir.