El cumplimiento de la medida es alta debido a que no hay transporte público. Sólo algunos taxis en Capital Federal.
La CGT cumple hoy su cuarto paro general contra la gestión de gobierno de Mauricio Macri, su política económica, la pérdida de empleos y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La huelga afecta prácticamente todos los servicios públicos -transporte, bancos, dictado de clases, administración pública-, la actividad económica e industrial.
La medida de fuerza de 24 horas tendrá un costo de 31.600 millones de pesos, según lo calculado por el Gobierno, que en las últimas horas a través de sus ministros calificó de “lamentable” e “inoportuno” el paro.
La huelga paralizó el transporte urbano, interurbano y de larga distancia, por la adhesión de la UTA. Tampoco hay trenes, en tanto que las seis líneas del Subterráneo y el Premetro, en la Capital, se anticiparon con un paro desde el lunes a la noche.
Además, organizaciones sociales y de izquierda hacen piquetes en varios accesos a la Capital Federal, lo que impide el normal tránsito de vehículos particulares.
Por otra parte, todos de los gremios aeronáuticos se plegaron, con lo cual no hay vuelos de cabotaje ni internacionales. El sector aerocomercial estimó que se afectan entre 70 y 80 mil pasajeros de las distintas líneas aéreas.
Aerolíneas Argentinas adelantó algunos vuelos, mientras que Flybondi indicó que brindará su servicio, con la limitación de no operar en los aeropuertos de Iguazú, Neuquén y Bahía Blanca, donde no posee servicio de rampa propio.
A raíz de la medida de fuerza dispuesta por la central sindical los bancos no atienden al público y tampoco hay clearing bancario.
También se ve afectado el dictado de clases en las escuelas públicas y sería parcial en las privadas, por la adhesión del gremio de Sadop.
Asimismo, por la participación del gremio de Camioneros, de Hugo Moyano, en la medida de fuerza, no hay distribución del correo y tampoco se realiza la recolección de residuos.
La adhesión de los gremios estatales UPCN, ATE y CTA afecta la atención al público de organismos estatales por lo cual los servicios esenciales, como las guardias en los hospitales, funcionan con atención acotada a los casos de emergencia.
En tanto, es parcial el servicio de taxis en la Capital Federal, ya que por un lado adhiere el Sindicato de Peones, de Omar Viviani, pero no la Federación de Conductores, de José Ibara.
En cuanto a los comercios, el sindicato mercantil que dirige Armando Cavallieri adhirió al paro, por lo cual se estima que la actividad sería parcial.
Sin embargo, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), rechazó el paro, señaló que la medida es “inoportuna” porque implica “enormes pérdidas para la economía nacional, ya golpeada por la retracción de la demanda, la suba de los costos de financiamiento y la aceleración inflacionaria”, dice en un comunicado.
Respecto de los gastronómicos, adhirió Luis Barrionuevo, aunque se estima que será parcial la atención en bares y restaurantes.
Por otra parte, es total la inactividad en el puerto, por la adhesión de los 19 sindicatos que integran la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), lo cual afectará el comercio exterior.
A pocas horas del inicio del paro, se conoció una estimación del Ministerio de Hacienda que calculó que la paralización del país por 24 horas, tendrá un costo económico de 31.600 millones pesos, equivalente al 0.2% del PBI.
Sectores como la industria, la construcción y el comercio mayorista y minorista son los más afectados por el paro, ya que muchos trabajadores adhieren a la medida de fuerza, o no pueden ir al lugar de trabajo.