“Nuestros recursos nos tienden a menudo la trampa de creernos más ricos de lo que somos”, afirmó el CEO del Grupo Clarín
El CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, sostuvo hoy que “la recuperación de reglas de juego claras y estables es una precondición ineludible” para “caminar hacia un modelo de desarrollo de largo plazo”.
En el marco de una reunión organizada por la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA), Magnetto consideró que “la extraordinaria versatilidad de nuestros recursos nos tiende a menudo la trampa de creernos más ricos de lo que somos y de gastar a cuenta”.
La última parte de esta afirmación coincidió con el presidente Mauricio Macri, quien había hecho una referencia más temprano en este encuentro, en el sentido de que el déficit fiscal tiene consecuencias negativas sobre los negocios en el país.
El directivo recordó que, partiendo de niveles no tan lejanos en 1962, el PBI “per cápita” es hoy casi un cuarto del de Australia y que en el mismo período, el crecimiento local estuvo un punto por debajo del promedio de América Latina.
“Sin duda hemos desaprovechado oportunidades. Para intentar no repetir frustraciones, quizás sea útil indagar en las razones de las mismas. A mi juicio, el cortoplacismo y el sectarismo son dos de esas razones. Por un lado, la extraordinaria versatilidad de nuestros recursos nos tiende a menudo la trampa de creernos más ricos de lo que somos y de gastar a cuenta. Sujetos además a la volatilidad de los términos de intercambio y a la necesidad de sostener una estructura fiscal enorme y en muchos casos ineficiente”, sentenció.
Si bien mencionó cifras y comportamientos históricos, Magnetto también dio sus recetas: “Creo que para caminar hacia un modelo de desarrollo de largo plazo es indispensable seguir avanzando en la normalización de la infinidad de variables institucionales y estructurales que fueron trastocadas en tantos años de lógica de emergencia. Se trata obviamente de seguridad jurídica, respeto de las libertades y división de poderes. Y al mismo tiempo de variables regulatorias, cambiarias, impositivas, comerciales, laborales, logísticas. En definitiva, la recuperación de reglas de juego claras y estables es una precondición ineludible”.
Además, criticó la “inercia pendular” de la Argentina, dominada por “una antinomia histórica entre conservadurismo y populismo. Entre creación de riqueza e inclusión de grandes mayorías. Llevada al terreno productivo, entre industria y sector agropecuario, entre generación de empleo y generación de divisas”.
También hizo una fuerte defensa del sector privado. “Es indudable que debe ser el dinamizador. Cuanto más peso específico gane en la actividad económica, más fácil será mejorar el ingreso de los habitantes. Y dentro del sector privado, el capital nacional está llamado a crecer aún más si queremos un modelo de inserción global alineado a nuestros intereses. El impulso a las pymes, pero también a las multinacionales argentinas debiera ser un objetivo estratégico. Por su efecto inspirador y multiplicador en términos de empleo de calidad y capacidad de innovación”, completó.