La consultora fundada por Roberto Lavagna señala que la convergencia productiva es una utopía.
En los últimos dos años, las ventas y la producción del complejo automotor argentino se desacoplaron: mientras la producción cayó 10 por ciento, las ventas en el mercado interno crecieron 40 por ciento, por lo que la participación de vehículos nacionales se redujo 15 puntos porcentuales.
Tal es el análisis difundido hoy por la consultora Ecolatina, fundada por el ex ministro de Economía Roberto Lavagna y dirigida por su hijo Marco hasta que asumió como diputado nacional por el massismo.
“Para sacar provecho de las economías de escala, Argentina y Brasil firmaron un acuerdo de complementariedad productiva para garantizar el libre comercio de vehículos y autopartes manteniendo una proporción de importaciones y exportaciones”, añade el informe.
Cuando se está por llegar a la mitad del período total del acuerdo, “no parece haber posibilidades de que el mismo se cumpla”, indica, y apunta que, “para lograrlo, nuestras exportaciones deberían crecer 50% o bien las importaciones reducirse 35%, de mantenerse la otra variable estable”, lo que es un escenario “utópico”, anticipa.
Pese a que el intercambio bilateral con Brasil continuará siendo deficitario, “esperamos que la producción automotriz se mantenga en alza” porque “todavía existe una importante capacidad ociosa en la industria” y el año pasad “la producción fue 75% menor a la de 2011 (830.000 unidades)”.
En segundo lugar, “se espera que las ventas en el mercado interno cierren por encima del millón de unidades” este año, “superando el récord histórico de 2013”.
Por otra parte, destaca Ecolatina, “el mercado brasileño será un gran impulsor” si se tiene en cuenta que un tercio de la producción tiene a ese mercado como destino.
No obstante, aclara, “dado el alto componente importado de Brasil que tienen los autos nacionales, un incremento de la producción generaría un alza de las compras de autopartes al país vecino, profundizando el déficit bilateral”.
En línea con esto, “el reciente anuncio de reducción de los aranceles para la importación de autopartes que no se fabriquen en el país, aunque reduciría el pago futuro por el excedente importado, profundizaría el déficit de autopartes” con el principal socio del Mercosur, “transformando la convergencia productiva en poco menos que una utopía”.