La agencia espacial estadounidense trabaja en un proyecto de X-Plane que emitiría el mismo ruido que una puerta de un auto al cerrarse.
Tratar de superarse volando cada vez a mayor velocidad parece una lucha que alcanzará un hito en los próximos años con el QueSST, el nombre del proyecto de la NASA (Quiet Supersonic Technology) que aspira a revolucionar la aviación civil.
¿Te imaginás volar de Nueva York a Los Ángeles en la mitad de tiempo?”. Así vende su trabajo Jimi Russell, del Glenn Research Center de la agencia espacial estadounidense, que afirma que este avance significaría “menos tiempo de vuelo, menos tiempo en un asiento estrecho y más tiempo en tu destino”.
El prototipo sobre el que se trabaja tendrá “una nariz larga y alas muy barridas”, según explican en la web de la NASA.
El objetivo de la agencia, con este X-plane, es un avión que pueda volar a 1.500 km/h a una altura de más de 16 kilómetros en la estratósfera casi sin producir sonido.
La agencia no quiere establecer comparaciones con el Concorde, el avión supersónico fabricado por británicos y franceses desde los 70.
Según apuntan, ese tipo de avión, “que voló por última vez en 2003, utilizó la tecnología de los años 50, solo era supersónico sobre el océano y se consideró demasiado ruidoso para sobrevolar a la gente”.
La intención es que en 2021 la NASA pueda empezar a planificar “pruebas de vuelo si los datos son positivos”. Eso sí, por el momento “no es un avión de pasajeros”.