Los comunicadores estaban cubriendo un primer ataque cuando un suicida, haciéndose pasar por fotógrafo, se hizo explotar. El ISIS asume el ataque.
La explosión de las bombas de dos terroristas suicidas causó al menos 29 muertos -nueve eran periodistas, según el Comité de Seguridad de los Periodistas Afganos (AJSC)- y casi 40 heridos en el centro de Kabul.
Según el portavoz del Ministerio de Salud Pública de Afganistán, Wahidullah Majroh, entre los muertos se encuentran Shah Marai, jefe del servicio fotográfico de la agencia AFP en la capital afgana, y un reportero del servicio en idioma pastún de la BBC.
La rama afgana del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) asumió la autoría a través de su agencia afín, Amaq.
El primer estallido se produjo a las 8 de la mañana hora local (1.30 hora argentina) en las inmediaciones de la oficina de los servicios de Inteligencia (NSD) afganos; y el segundo fue contra los periodistas que habían ido a cubrir el primer ataque en el distrito de Shashdarak, según el portavoz del Ministerio del Interior, Najib Danish.
“Los apóstatas de las fuerzas de seguridad, de los medios de comunicación y otras personas acudieron al sitio de la operación, donde un segundo hermano kamikaze los sorprendió con su chaleco explosivo”, informó ISIS en un comunicado difundido en Amaq.
“Estoy muy triste por el ataque terrorista de este lunes contra civiles y periodistas en Kabul. Un ataque contra los medios es un ataque contra la democracia y un intento de silenciar la voz de los que no tienen voz”, afirmó el primer ministro afgano, Abdulá Abdulá.
La ONG Comité de Seguridad de los Periodistas Afganos (AJSC) informó en su cuenta de Twitter que tiene constancia de la muerte de nueve periodistas en la explosión de Kabul, aunque no ofreció sus identidades.
El portavoz del ministerio de Salud Pública de Afganistán, Wahidullah Majroh, indicó que entre los fallecidos están Khair Muhammad, de la cadena afgana Tolo News, y Ebadullah Hananzai, de la emisora Azadi Radio.
El fotógrafo Shah Marai, de AFP, también murió por la explosión, según confirmó la propia agencia en su cuenta de Twitter. “El fotógrafo en jefe de France Presse en Kabul, Shah Marai, ha muerto. Murió en una explosión contra un grupo de periodistas que habían corrido al lugar de un ataque suicida en la capital afgana”, indicó el medio francés.
In memory of Shah Marai, AFP’s chief photographer in Afghanistan
A powerful essay from the father of six written written in 2016 that gives an insight into his immense bravery and commitment https://t.co/dotR5lbsjH pic.twitter.com/sG1d09p2gC
— AFP news agency (@AFP) 30 de abril de 2018
La cadena de televisión 1TV informó que un camarógrafo, Nawroz Rajabi, y el reportero Ghazi Rasouli fallecieron en el ataque. Y también murió un periodista de Jahan TV, que aún no ha sido identificado.
“Un kamikaze que circulaba a bordo de una moto se hizo explotar ante una academia de inglés en el sector de Shashdarak”, dijo el ministro Danish. “Hemos contabilizado cuatro muertos y cinco heridos, todos civiles”, añadió luego. Según esta fuente, varias oficinas del NDS se encuentran en ese sector, pero la primera explosión “tuvo lugar delante de la academia de inglés”.
La zona de Shashdarak alberga la sede la OTAN y las oficinas de varias ONG internacionales. El jefe de Policía de Kabul, Dawood Amin, afirmó en un mensaje público que la segunda detonación se produjo cerca de donde se había reunido un grupo de periodistas para cubrir el primer ataque.
En el atentado inicial, el terrorista suicida hizo estallar una motocicleta cargada de explosivos, mientras que en el segundo el asesino iba supuestamente con una cámara al hombro.
Hace una semana, un ataque suicida contra un centro de registro de votantes en el oeste de Kabul, asumido también por el ISIS, causó 69 muertos y heridas a cerca de 120 personas.
En lo que va de año la capital afgana ha sido objeto de varios atentados, el más importante, el perpetrado a finales de enero por los talibanes con una ambulancia bomba que explotó en plena calle en un céntrico barrio de Kabul y mató a más de un centenar de personas.
Tras ese ataque, las autoridades han revisado todo el plan de seguridad de la ciudad y lo han corregido para evitar grandes atentados.