Se trata de productos de última generación, con arcillas especiales y diseño más alveolar, que cumplen con los estándares más exigentes de aislación térmica.
Los fabricantes argentinos de ladrillos, nucleados en la Cámara de la Industria de Cerámica Roja (CICER), anunciaron el desarrollo de una nueva línea de ladrillos cerámicos de última generación que no sólo mantiene su costo económico y las propiedades de durabilidad, resistencia al agua y al fuego, con sustentabilidad y falta de toxicidad, sino que incorpora termorficiencia y cumple con los niveles más exigentes de aislación para ahorro energético.
La nueva línea de ladrillos termoeficienes se desarrolló a partir del uso de arcillas especiales y de un diseño más alveolar, que permite cumplir con el Nivel “B” de transmitancia térmica, que se considera el ideal para ahorro de energía por su capacidad de mantener el frío o el calor.
La CICER reúne a 17 fabricantes de ladrillos cerámicos, todos ellos de capital nacional, que están distribuidos a lo largo y a lo ancho del país, que cuentan con plantas de producción de alta tecnología y que dan empleo a casi 25.000 personas sólo hasta la instancia previa al inicio de la construcción.
El sector ha invertido más de 2.000 millones de pesos en los últimos diez años, para la adquisición de tecnología de punta, y planea invertir alrededor de 600 millones en los próximos cinco años para continuar desarrollando productos de última generación.
El vicepresidente de la entidad, Gustavo Ferretti, señaló que “este desarrollo es realmente importante, ya que permite lograr un nivel de aislación térmica óptimo con un producto tradicional, noble, durable, económico y de riesgo nulo como es el ladrillo”.
El tema de la termoeficiencia es clave en cuestiones como el ahorro energético o la construcción de viviendas sociales, ya que las alternativas al ladrillo no tienen su durabilidad ni sus costos y suelen no responder de manera adecuada frente a problemas como incendios o inundaciones.
Según explicó Ferretti, “esta nueva línea de ladrillos de última generación no implica un cambio en el sistema de construcción, que sigue siendo tan simple como siempre, y las diferencias de costos respecto del ladrillo tradicional se compensan con una baja en los costos de mano de obra y de uso de aislantes”.
Según se informó, algunas de las empresas miembros de la CICER ya han comenzado a producir la nueva línea de ladrillos termoeficientes, mientras que el resto está adaptando sus sistemas productivos para sumar esta nueva línea a su oferta.