Por la falta de humedad en Argentina, la soja subió 1,2 por ciento; el trigo aumentó 4,3 por ciento por el déficit hídrico en Estados Unidos.
Los cultivos de soja y maíz descuentan rindes día tras día que pasa sin lluvias: es el déficit hídrico que afecta a la Argentina, pero el fenómeno es global y ahora el mercado puso en primer plano la falta de humedad que domina las grandes planicies de los Estados Unidos, donde se produce la mayor proporción de trigos de invierno.
Para ambos granos la consecuencia es la misma: fuertes subas en sus cotizaciones.
Al momento de fijar los ajustes de la rueda, las pizarras de la Bolsa de Chicago reflejaron este viernes alzas de 4,60 dólares sobre los contratos marzo y mayo de la soja, cuyos valores fueron de 388,57 y de 392,43 dólares por tonelada, por lo que el precio de la oleaginosa quedó en el nivel más alto desde mediados de febrero de 2017.
Pese a una baja de 0,22 de dólar sobre la posición marzo, que quedó con un ajuste de 434,31 dólares, la harina de soja sumó mayoría de alzas y ganó 2,75 dólares para el contrato mayo, cuyo precio resultó de 437,83 dólares.
En lo que va del año, el valor del subproducto de la soja acumula un alza levemente superior al 24 por ciento motivada en la posibilidad de que la menor cosecha argentina facilite mayores exportaciones estadounidenses de harina de soja, una chance ideal para descomprimir las abundantes existencias de poroto que EEUU viene acumulando en las últimas dos campañas.