Una empresa de la provincia mediterránea le encontró un nuevo uso a las vainas que antes eran destacartadas.
La firma Prodeman, oriunda de Córdoba, que siembra 45.000 hectáreas de maní, ideó la manera de darle uso a la vaina que lo envuelve y antes se descartaba.
Ahora la idea les permitirá producir 10 megavatios de energía eléctrica por día, con los que no sólo abastecerán parte del proceso industrial sino que pueden llegar hasta a 12.000 hogares en forma de bioelectricidad.
De las 140.000 toneladas con vaina que cosechan anualmente, luego de ser procesadas quedan unas 50.000 toneladas de cáscara, y procesan a un ritmo de mil toneladas diarias de maní con cáscara para obtener unas 600-650 toneladas de grano.
Hasta ahora la cáscara se tiraba, se enterraba, se daba a “feedlots” o se llevaba a otros lugares para producir calor y usarlo en aceiteras como combustible, pero lo cierto es que no había un uso concreto para grandes cantidades.
Al quemar la cáscara se transforma en vapor de agua de alta presión (a 480°C). Ese vapor se conduce a una turbina que produce energía mecánica de rotación que, con el acople a un generador, se termina transformando en energía eléctrica.
La construcción de la planta demandó una inversión de unos 20 millones de dólares y con 10 megavatios de capacidad de producción la planta de Prodeman es la más grande de Argentina.
El propio funcionamiento de la usina consume el 10 por ciento (1MW/h), la industrialización del maní demanda otro 25 por ciento (unos 3 MW/h) y el 65% restante queda disponible para inyectarse al Sistema Eléctrico Nacional a través de la Cooperativa Eléctrica de General Deheza, a 10 kilómetros de la planta.
Argentina es el primer exportador mundial de maní y según la Cámara Argentina del Maní (CAM) en 2016 ingresaron 800 millones de dólares por ventas al exterior.
Para la campaña 2016/17 se cosecharon 1,25 millones de toneladas de maní en vaina/caja, lo que representa un aumento del 40 por ciento con respecto a las 876.000 toneladas de la campaña pasada.