Lo ganó por su libro “Patria”, que tiene gran repercusión en Argentina y trata sobre la sociedad vasca y su relación con el terrorismo.
Cuando lo buscaron para decirle que había ganado el Premio Nacional de Narrativa, Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) andaba paseando con su perra Luna en Hannover, la ciudad alemana adonde se fue enamorado hace veinte años.
A Luna la llamó así su hija menor y ahora está delicada de una pata, tanto que el autor de “Patria”, la novela publicada por Tusquets con la que ha alcanzado este galardón, en lugar de pasearla, tiene que llevarla en brazos. Por eso no estaba en casa y tuvo que esperar más de la cuenta hasta saber que, casi por unanimidad, este libro que ya premiaron la crítica, el jurado del Umbral al libro del año, la prensa internacional e incluso el medio audiovisual (será la primera serie de HBO España), ha sido distinguido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Aramburu, que narra con la precisión con la que habla (“¡soy de Donosti!”), dedicó más tiempo este mediodía a dolerse de la salud de su perra que a comentar el galardón. En su novela está esa precisión camusiana que la crítica reconoce en su estilo. Es difícil imaginar que cambie con los premios. Así que recibió la noticia, la celebró como algo grande y se alegró también por los libreros y por sus editores. El ministerio, en su comunicado, distingue a Patria como Premio Nacional de Narrativa 2017 por “la profundidad psicológica de los personajes, la tensión narrativa y la integración de los puntos de vista, así como por la voluntad de escribir una novela global sobre unos años convulsos en el País Vasco”. Este premio, dotado con 20.000 euros, reconoce cada año una obra de un autor español escrita en cualquiera de las lenguas oficiales y editadas en España.