Ambos dirigentes utilizaron una herramienta de marketing en sus discursos pero en sentidos políticos contrarios. La grieta discursiva.
Hace dos años, el presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, instó a no votar al kirchnerismo en medio de la campaña presidencial que terminó llevando a Mauricio Macri a la Casa Rosada.
Fue durante el acto de la inauguración oficial de la Exposición Rural de Palermo, donde Etchevehere dio un duro discurso contra el Gobierno de la entonces presidenta Cristina Kirchner.
Etchevehere usó la frase “no los vote” de este modo: “Si usted sospecha que con su voto puede consagrar a dirigentes que han cometido o pueden cometer actos de corrupción, por favor no los vote”; “si usted cree que la lista que está por votar no respeta o no respetará la libertad de expresión, por favor no los vote”; “si usted piensa que los candidatos que piensa votar no van a tener estadísticas creíbles no los vote”; “si presume que quien se postula para dirigir los destinos de la Nación cree que multiplicando los impuestos se soluciona la pobreza no los vote”; “si sospecha de que aquellos que usted está por votar mienten o han mentido anunciando obras inexistentes, las cifras que cuentan la inflación, la pobreza o el costo que tiene alimentarse siendo pobre no los vote. No vote a mentirosos”.
Y como un mantra antiK cerró: “Si desafiaron a chacareros y productores rurales y les arrebataron con impuestos sus ingresos y su rentabilidad, no los vote”.
Este lunes en el estadio de Racing, Cristina usó el mismo latiguillo pero en el sentido contrario al del líder agropecuario. Fue en su discurso de cierre de campaña, como candidata a senadora nacional por la Provincia de Buenos Aires por Unidad Ciudadana.
“Si sos mamá o papá no votes endeudamiento”; “si sos mujer no votes desigualdad”; “si sos trabajador no votes precarización laboral”; “si viste cómo se cayeron tus ventas y, además, te llegan tarifas de luz, de gas, de agua que no podés pagar, no votes tarifazo”; “si sos jubilado no votes recortes”.

