Se inauguró en Italia una pasarela de tres kilómetros que une las islas Monte Isola y San Paolo en el lago Iseo. Otra obra de este famoso artista búlgaro.
El octogenario artista Christo Vladimirov Javacheff, búlgaro nacionalizado estadounidense, creo “Floating piers”, una imponente instalación para la que utilizó 200.000 cubos de polietileno de alta densidad, forrados con poliamida amarillo-naranja brillante, y de tres kilómetros de largo por 16 metros de ancho. Se trata de tres pasarelas que unen las islas Monte Isola y San Paolo, sobre el lecho del lago Iseo, a 100 kilómetros de Milán.
La obra costó 15 millones de euros y está abierta las 24 horas. Se estima que desde su reciente inauguración ya caminaron sobre ella más de 60.000 personas pero hasta el 3 de julio, día de su cierre, habrán paseado medio millón sobre ella. Los hoteles en la región están completamente llenos y había que pedir lugar con varios meses de anticipación.
Estas pasarelas recrean la sensación de estar caminando sobre el agua y aconsejan hacerlo sin zapatos: “Es como estar en un barco, se balancea, es divertido”, relató un turista.
El límite es de 12.000 personas, lo que obliga a realizar colas de varias horas bajo un fuerte sol. Y los días de lluvia se cierra el acceso porque la estructura se vuelve muy inestable.
Christo y su mujer Jeanne-Claude, fallecida en 2009, se hicieron famosos por sus instalaciones artísticas en las que solían cubrir con tela edificios o zonas públicas de grandes dimensiones, como el edificio del parlamento en Berlín, en 1995, o el Puente Nuevo en París diez años antes.
Este artista realiza lo que se conoce como “land art”. Con su esposa se conocieron en París en noviembre de 1958, cuando él fue a hacerle un retrato a su madre. Jeanne-Claude estaba casada con Philippe Plachon, pero era amante de Christo, con quien tuvo un hijo en 1960. La familia de ella no lo quería porque era de origen humilde.
En 1959 Christo dejó la pintura para comenzar a envolver objetos. En 1961, envolvió barriles en el puerto fluvial alemán de Colonia. Este proyecto se convirtió en el primero en el que cubría objetos de gran tamaño. En 1962 la pareja enfrentó su primer proyecto monumental, “Rideau de Fer” (Cortina de Acero, en francés).
Sin advertirle a las autoridades y como una declaración en contra del Muro de Berlín, bloquearon con barriles de petróleo la Rue Visconti, una pequeña calle sobre el río Sena. Jeanne-Claude persuadió a los policías y logró que la obra artística permaneciera en el lugar durante algunas horas. Aunque Christo llevaba a cabo simultáneamente su primera exhibición en una galería, fue el proyecto Visconti el que hizo conocido en París.
En febrero de 1964, la pareja llegó a Nueva York. Después de un breve regreso a Europa, se establecieron en Estados Unidos en septiembre de ese año. Aunque eran pobres y con un deficiente manejo del idioma inglés, Christo expuso su trabajo en varias galerías, incluyendo la Leo Castelli. Fue entonces que comenzó a envolver vitrinas de tiendas y la venta de esas vitrinas los ayudó a refinanciar deudas y a pagar otros proyectos artísticos.
Su siguiente trabajo, un paquete de 1.200 m³, fue construido con la colaboración de estudiantes entusiastas. A comienzos de 1968, Christo y Jeanne-Claude abandonaron la galería Leo Castelli para ganar autonomía.
Ese año tuvieron la oportunidad de participar en “Documenta 4” en Kassel, Alemania. En esta ocasión, la pareja quiso construir un tubo de 5.600 metros cúbicos que estaría suspendido por grúas y que sería visible a una distancia de 25 kilómetros. Los primeros intentos fallaron cuando la superficie de polietileno se dañó mientras era izada. Luego de repetidas reparaciones y usando las dos grúas más grandes de Europa, el proyecto finalmente se hizo realidad. El paquete tubular permaneció allí durante dos meses y reclamó una inversión de 70.000 dólares, una suma que fue difícil de reunir para Christo y Jeanne-Claude.
Wrapped coast (Costa envuelta). A finales de 1969 envolvieron la costa de Little Bay en Sidney, Australia, con la colaboración de 130 ayudantes que dedicaron 17.000 horas de trabajo. El proyecto necesitó 92.900 metros cuadrados de tela sintética y 56,3 km de soga. Luego de la resistencia inicial de las autoridades y el público, las reacciones fueron mayoritariamente positivas.
Valley curtain (Cortina del valle). A finales de 1970 comenzaron a prepararse para el proyecto “Valley curtain”, un paño de 400 metros de largo que sería estirado a través del Rifle Gap, un valle en las Montañas Rocosas, en Colorado. La realización de la obra fue complicada tanto por el dinero que debieron reunir (230.000 dólares) como por las protestas de algunos grupos ambientalistas. El proyecto requirió 14.000 m² de paño que fue colgado de un cable de acero, el cual estaba sujeto a barras metálicas fijadas en concreto en cada ladera. También fueron necesarias 200 toneladas de hormigón, que debieron ser transportadas a mano en cubos cuesta arriba.
El 10 de octubre de 1971, la cortina anaranjada estaba lista para ser colgada pero estaba rasgada por el viento y el golpe con las rocas. Mientras fabricaban una segunda cortina, Christo recibió la respuesta de un arquitecto de Berlín para envolver el edificio del Reichstag.
El último proyecto que realizaron en Italia tuvo lugar en 1974, cuando cubrieron parte de la Muralla Aureliana de Roma. Y su trabajo más reciente fue “The gates” (2005), el que consistió en instalar 7.503 marcos metálicos con banderas naranjas en el Central Park de Nueva York.
En los 70 Christo reclama una herencia de su abuelo al gobierno alemán y se transforma en millonario, pero él y su esposa eligen vivir modestamente y donan la mayoría de sus ingresos a organizaciones de caridad y solventa todos los trabajos con su dinero.
Otro dato curioso, vivió 17 años sin nacionalidad. Más tarde obtendría la nacionalidad estadounidense.